Se deben haber perdido. La respuesta se debe haber perdido, las palabras suelen ser tan distraídas, tan volubles. A veces saben, siempre olvidan, y a la final quedan así, sin el pan ni la torta, vagando por cualquier lado. Volviendo de donde han surgido, surgiendo de allá para volver aquí, y siempre de la misma forma, las palabras nos terminan traicionando.Vendiéndose a viejos dichos, a horrorosos clichés de botas y ametralladoras, a fairy tales sedientos de marketing.
Las palabras, tan traicioneras, a dónde habrán ido a parar si no han llegado a tus ojos, al cráter de tu piel.
Vendidas a la incomprensión, abandonadas al abismo de lo que no ha de leerse y se guarece en roperos llenos de papeles, al limbo del desconcierto, del destiempo.
Saliendo para no llegar, vendidas, traidoras.
Palabras, y yo tan presa de ellas que no llegan, o que caen tarde, y se atoran en satélites, y me atormentan...
Su ingenuidad esconde a menudo su vileza...