lunes, 25 de febrero de 2013

Long live the queen

   Tengo una teoría. Hay alguien que me dice que para que una novela sea buena tiene que tener un conflicto. Lo acepto, pero lo niego. No tiene que haber un conflicto, tiene que haber algo que va más allá del conflicto,  algo que se sale de la simpleza de un conflicto, y ahonda mucho más, tal vez tenga que ver con la "comisceración y el temor" (o hasta con el pathos, lo patético) que ya Aristóteles dijo y repitieron los... af, todos  lo repitieron, todo, mutatis mutandis, pero la gente vive parafraseando a los griegos, y los griegos a quién sabe quién. 

    Hoy vi una película, genial. Genial. Pero horrible. La película termina tristísimo. Odio esas películas porque me dejan boludamente angustiada, mucho, como si le hubieran pasado esas cosas a mi vieja o algo así (ya la veo a mi mami vestida de Queen Elizabeth... cool.).

     En la película la mano derecha de la Reina Isabel, los Cecils, la traicionan, su hijo va a la horca, su viejo amante muere pobre,  su enemigo político termina en el trono, en fin todo termina para la mierda; y pretenden que haya un vislumbre de esperanza cuando uno de los personajes (otro traidor a su modo) encuentra los manuscritos del amante de la reina, el conde de Oxford (firmados  por ¡wow, Shakespeare!); pero, ¡no! No me agrada ese final.  (Acabo de arruinarte una buena película, perdón.)

   Yendo más o menos al punto...
  Creo que hay algo que define al humano, es su esencia: todos, absolutamente todos, tenemos un sentido, siquiera el más nimio de la justicia, todos diferenciamos si algo está bien o mal, a pesar de que nadie se atreva a definir los conceptos, (yo menos, es trabajoso y soy irremediablemente vaga.), y a pesar de que yo lo escriba de forma muy llana y hasta tonta.
   Es eso lo que hay en las grandes obras literarias de la historia: nos causan una terrible indignación, nos duelen en el alma, porque intuimos algo injusto, doloroso e inminente. Por eso contenemos la respiración cuando Edipo se va condenando a  sí mismo, y cuando  irremediablemente se entrega y corre a pincharse los ojos, cuando Nun y Diana hacen el amor por última vez y avanzan en las filas, cuando Patroclo cae herido por portar la armadura de Aquiles, cuando Romeo se suicida al creer muerta a Julieta.

    Hay algo doloroso e injusto que nos oprime, ¡Ey tú, boludón, el que escribió esto, las cosas no tienen que terminar así, qué sabé vo de la vida, ¿ah? ¿ah?!
    
   ¡Pero por eso es trágico!, y por eso la gente lo lee, lo ve, o bueno, acorde a los tiempos: lo consume. Porque hay algo que nos toca bien adentro. Porque todos somos vulnerables, y así como Ulises no quiere reirse de Ayax, porque también se sabe mortal, ¡no hay forma de que nosotros no lloremos estúpidamente cuando muere  Mufasa! 

   Tal vez sean dos cosas distintas pero van de la mano: es injusto, es terrible e injusto, y a la vez, te puede pasar, -o, katharsis, te está pasando, cuando lo lees/ves - y sientes la injusticia y la...terribilidad(?) de lo que pasa, y dices "oh, por dios, este mundo es horrible, no quiero seguir viendo esto".

    En fin, creo que esa es la condición sine qua non (wtf? Sabía yo conscientemente qué significaba eso?, los cerebros son sorprendentes) para una buena ficción.


     Por lo demás este ha sido otro gran rodeo, porque uno puede "escribir algo injusto", que no te mueva un pelo, por ejemplo : 
  Yo rompí el televisor, lo culpé a mi hermano, y mi papá en un ataque de ira lo asesinó. Le dije de su error horrorizada, y él tuvo que suicidarse para soportar la culpa. Fin. (Creo que escribí un microcuento :O)

     Así que, bueno, eran sugerencias argumentales, los detalles de la ... em, elocutio (?) los podrías buscar en el arte nuevo de hacer comedias, o en algún taller de escritura de noveno grado.
Si has llegado a leer hasta aquí, te voy a dejar con la misma amargura que yo tengo: esto fue una pérdida de tiempo. En tu caso habrán sido dos minutos. En el mío fueron cuarenta minutos, y la primera epifanía ahora solamente se siente como cansancio y dolor de panza. 

[Nunca voy a poder ser una teórica porque me desmiento siempre cinco párrafos más abajo. ]

Suerte y... 
¡Long live the queen!