miércoles, 30 de octubre de 2013

Oda al delirio post medianoche

Muerte
a la inercia al desgano a la muerte a la pasividad de piedra en el camino de la calle sin tránsito
muerte a los desapasionados a los giles y a los tabúes
hasta que de la muerte les nazca la vida por la que no luchan o no dejan luchar
Muerte
al ser de blanco donde se es de rosa o como sea
muerte a la intertextualidad que nadie entiende
muerte a los eruditos
y a los que se creen eruditos
muerte a las citas de autores que ni has leído
Muerte al absurdo y a la rebelión y al existencialismo y a los catálogos en  la literatura
Muerte al desvelo al destierro a la resistencia a irse a dormir
Muerte a la espera de la hora final del día para sentir que se empieza de cero
[¡la vida está en el instante de acción! la mano que escribe la boca que sonríe despotrica grita consuela
los ojos que miran lloran saltan los dedos que van pintando pieles ajenas
el roce la caricia el recelo el celo el enojo la vida está en ese instante de ... ]

Muerte a los que se quejan de los desganados
Muerte a los libros que se leen por obligación por compromiso
¡La vida está en la convicción!
La entrega sacrificio la pasión la epopeya el canto al pasado la búsqueda de los orígenes la música
¡El porvenir!

Viva quede resuene la pasión
escribir
con pasión
oír
con pasión
hacer el amor
con pasión
desapasionarse
¡pero con pasión!
con la convicción y seguridad de que la pasión no engendra
pero no desapasionarse sin cuestionárselo sin decírselo sin ricriminárselo
bailar
con pasión
estudiar
con pasión
quejarse llorar criticar leer dejar de leer matar el tiempo o hacerlo vivir reír destruir
¡pero con pasión!
¡pero a sabiendas!
ni víctima ni tierra aplastada ni hora y lugar
¡pasión!


...

Muerte a las palabras de aliento
muerte a esas píticas que exaltan las pasiones
¡Ni yo misma me digo qué hacer!
Mañana voy a tener hambre de dormir hasta que se pase la época del esfuerzo de la evaluación


Muerte a la indecisión
o Vida
yo
qué sé yo


No saber...
¡pero con pasión!

domingo, 27 de octubre de 2013

el cielo

tormenta la noche callada
cristaliza doce minutos
trece catorce quince
en una sola ventisca invasora
para morir de vos  en vos
por vos
tormenta vos
la noche callada
se hace eterna y ofusca
gira y tambalea en la eternidad
parpadeante
la eternidad oblicua
del tiempo torcido

la noche viene izando banderas
pendiendo del cielo
arañando un peñasco

parece venirse encima
desplomarse sobre
caerse delante
asomarse tras

esperarte en

el malón del cielo se bate en lanzas
arde la noche cautiva
como un hechizo prohibido

vos
hundes tus manos en el aire
para cazarme como a las hojas?
tus manos en el aire tantean
el cielo venido a pedazos

queda más que mecernos?
en la noche vos
en la tormenta
queda más?
en tus manos vos
el cielo

las hojas abatidas se espiran
en el viento

queda algo?
tras vos la nada
el vacío vos
la tierra

olor a lluvia vos

vos quedas










martes, 22 de octubre de 2013

Breve cliche de un amor o Las langostas

eran dos almas
que se pensaban poesía
y en la noche  de la vida
bondadosa alcahueta
 cazaban el mar
 con sus redes tontas
abrazaban el cielo
 con su cuerpecito blanco
dormían al arrorró
de la cuna lunar

eran dos almas 
se creían amor
del puro del sabio 
del fuerte del que no existe
sino en los pingüinos
y  los elefantes con sus trompas
 de beso 
nariz con nariz

pero era la vida 
prostituta torpe
infame estafadora
la vida

 y el mar tiene la fuerza del centro de la  tierra
y el cielo es el cielo
algunos dicen que no existe
otros 
que si miras bien junta todas las galaxias

y rompió las redes y ahogó las sirenas

y quebró los brazos   e incendió los versos

 y en la descomunal noche
de la vida
virgen redentora
nena caprichosa
mirarse sin fin era el augurio
del fin que se venía al galope
 de los cuatro jinetes
del diluvio universal
del vacío amargo
de las botellas en la mesa
y el humo revoloteante
como fantasmas cargosos

y es que eran dos bichos nimios

dos langostas feas
con las patitas quebradas

y se creían
más allá
de todo y de nada

de la vida
esa energía brutal y arrasadora
que mezcla cielos y mares
y  se los traga sin cerrar los ojos


y a la vida
con sus manos frotándose

con la constancia acezante
de su paso fúnebre

a la vida con sus regateos 
y sus fondos malversados
con el torso tras el escritorio
y la sonrisa condescendiente

no le gustaba salir perdiendo


lunes, 21 de octubre de 2013

La mente, ese misterio (que no sabría explicar)

La mente es algo extrañísimo. 
Primer ejemplo idiota.Hoy, en el parcial de Literatura Francesa, bah, de "Literatura de Habla Francesa"(?), cuando leí la segunda consigna, Referirse a la Nouveau Roman, o sea, Nueva Novela, pensé que teatro en francés se escribe raro. Porque mi francés es demasiado escaso y porque creo que tenía esas dos tildecitas que...
En fin, yo me pregunto por qué no en lugar de leer Nouveau Roman y pensar 1950, o Sarraute, o como quiera que se escriba, yo pensé que teatro en francés etcétera. 
Hay una infinidad de cosas que podría haber pensado, y casi que estuve relajada de leer Roman, ortografía tan castellanizable (?), por oposición a como quiera que se escriba teatro en francés. Soy muy mala, en serio.
No, no voy a buscar en google. 

Ejemplo idiota 2. La profesora de lingüística, el año pasado habló del mismo ejemplo: Si a un niño le dices que es alérgico al huevo y se lo repites toda su fucking infancia, cuando el niño coma un huevo le va a dar una patatús al hígado que ni te cuento.

Y ni hablar de esa extraña vocación quijotesca de la mente humana de ver cosas que no hay o de esperar cosas que uno sabe que nada que ver. Me sigue intrigando demasiado cómo se supone que una anoréxica puede verse gorda en el espejo, o cómo un esquizofrénico ve o escucha gente que no está. 
Y no nada más eso, la mente es muy frágil, la percepción sensorial un total engaño: el alcohol, la marihuana, muchas drogas, hasta el mismo agotamiento distorsionan los sentidos. 

De verdad que es muy  engañoso.

Los simbolistas y los surrealistas estaban acertando con fatalidad cuando planteaban que el mundo es inaprensible totalmente. Los sentidos son lo suficientemente limitados como para dudar de que esa lámpara es tal como yo la veo. Y más cuando uno  de esos sentidos empieza a dañarse. Desde que me di cuenta que veo mal, el mundo me parece una estafa terrible. Yo me estaba perdiendo la verdad de las hojas en los árboles, la infinitud de líneas que uno normalmente ve en un edificio.
¡Es una trampa!
Mi paranoia me dice que creer que lo que vemos es algo cierto, cierto de certeza o certidumbre, no de verdadero, es un infantilismo absurdo.

La semiótica con su clausura: todo es signo,todo está en lugar de algo, no hay afuera del signo, la puerta detrás tuyo es signo, el espesor de lo real es interdiscursivo, casi que va pegando en el blanco. No porque no haya una puerta, sino porque cómo comprendes una puerta sin el signo, sin lo que la puerta debería ser: pedazo de madera, picaporte, cerradura, de lo que la puerta significa: puedes entrar, puedes salir.

El hecho de que la comprensión del mundo funcione simbólica y linealmente es el argumento contundente para afirmar que el mundo es incierto,y la percepción un engaño.
En la sola mediación del signo algo tiene que perderse. El conocimiento nunca es directo, se hace através de los sentidos, ya lo dijo Peirce, pero no sólo eso, sino que los sentidos son limitados y volubles. Mientras yo escribo esto, y mientras vos lees esto, es muy posible que hayas ignorado el ruido del auto que pasa.


Y no solo la relación mente/mundo, sino que la relación mente/cuerpo está plagada de engaños que también podrían ser simbólicos (?). Hoy en el gimnasio escuchaba gritar a la profesora de spinnin, una mujer con tanta energía como una canción metalera,  que alentaba a las chicas diciendo "vamos, aquí no existe el cansancio", y entonces vos escuchabas las cadenas de las bicis yendo un poquito más rápido. Casi como si la frase "aquí no existe el cansancio" realmente aboliera el cansancio. 
Me acuerdo que cuando iba a danzas clásicas, noviembre, Santiago del Estero, cuatro de la tarde, cuarenta grados de calor, las chicas (todas en realidad) llegábamos quejándonos del calor. Pero ellas (ellas las copadas, las avanzadas) ritualmente se ponían sus cancanes, los torsos, algunos manga larga, y sus polainas, y realmente, mientras bailaban no sentían el calor.En serio. Una de las chicas llegaba transpirando, pero mientras bailaba no lo hacía. O el dolor, no sé qué onda esas mujeres. La profesora nos taladraba la cabeza cada clase con que el dolor y el cansancio, el resfrío (?) son cosas de la mente. Y lo decía de esa forma natural, tan convencida que vos decías "será que esta señora realmente cree eso"... Pero viendo a las chicas avanzadas, en sus posiciones tan circensemente imposibles y antinaturales, con la cara de placidez de que lo que están haciendo es tan sencillo como lavarse las manos lo hace a uno dudar.

Es todo muy misterioso cuando se trata de humanidad.

O no, y yo tendría que dejar de estudiar esos tontos movimientos vanguardistas, o dormir más, o pensar menos, son todas opciones viables.

Au Revoir, mon ami.

O como quiera que se escriban esas cosas en francés. 

sábado, 19 de octubre de 2013

Breve párrafo de descarga cerebral, no lo leas

Explotar la cabeza como un maíz en aceite para que se infle con todas las de la ley  la transgresión y la condena y recién ahí sentir que la ciudad abajo gritona ajetreada atareada agobiada podría sernos una solución para enfrentarse con el vicio y la miseria que vamos amontonando en la pereza y las noches y mediodías de deliverys y cascadas de sueño durmiente de rieles a ningún lado para perderse agotados en esta estupidez de no saber ni a dónde se va pero ya tienes tenés el boleto en la mano como el mejor de los idiotas que no sabe ni que p es pasillo ni que v ventana y que el hombre gordo ha ocupado tu asiento maldición eterna al hombre gordo que roncó esa noche y roncará siempre en la eternidad cíclica de los viajes en colectivo del rearraigo y el desarraigo de veredas infecciosas todos estos fines de semana maldita Nueva Córdoba ardes abajo y uno tan metido en los papeles malditos papeles arden solos en su multiplicidad infinitud abismo infierno de significantes sin ningún maldito significado ni sentido más que estar esta tarde encerrado y qué calor que hizo

dijo una vez Tzara que todavía se encuentra muy simpático y yo digo ante las circunstancias la hora que es sábado y que Córdoba nunca atina a callarse y por eso yo tampoco digo ante las circunstancias que tengo hambre y que realmente hace mal muy mal pasarse el día leyendo

amén.


viernes, 18 de octubre de 2013

¡Enojo!

Ayer leí un artículo de un profesor de Filosofía de no me acuerdo dónde, que se llamaba Por qué odio la escuela. Ni viene al caso, pero tal vez esté relacionado con por qué estuve pensando esta mañana en esas cosas.
Yo siempre digo que los profesionales que trabajan con gente, no pueden permitirse el lujo de ser mediocres. 
Una amiga me contaba que en su carrera, psicología, muchos hacen machete.  Machete, vamos, universidad,  ¿y qué estás haciendo copiándote? Me gustaría  ver de frente a esa gente para, primero, agitarle diez libros por la cabeza, y después decirle, "mijo, ¿qué vas a hacer vos cuando tengas un esquizofrénico adelante tuyo?". U otra: medicina. ¡Hijo de dios! Uno suele ir a un hospital con confianza. Y no es que esa gente no se reciba. ¡Lo hace! Y es la misma que te atiende en un hospital de urgencias.

Ese tipo de situaciones me inquietan un poco. A veces digo que en mi carrera, que no sepas un carajo a nadie le importa porque no vas a matar a nadie y nadie se te lo va a suicidar por leer o porque vos no hayas leído la Ilíada.
 Lo que digo es un error. Vamos a estar al frente de alumnos. Los que tienen ambiciones más altas (según ellos) que ser profesores, de una u otra forma van a terminar siendo al menos docentes universitarios, mal que les pese, porque es un gran antecedente y qué difícil ser investigador de prestigio si no sos docente antes. Les tiro un gran jódanse si creen que se van a librar.

Como sea. Me parece que la docencia  es una de las profesiones más riesgosas en ese sentido. Quiero decir, pensemos en una escuela primaria o en una escuela secundaria. Es tristísimo, pero real: la mayoría de los chicos que vienen de antemano con capital cultural  relativamente alto son los que terminan (y no digo exitosa y grandiosamente sino que como mínimo terminan) la escuela, y los que vienen con un capital bajo, oh sorpresa, no lo hacen.

A veces pienso en mi colegio. Está bien, mi colegio era un colegio privado, pongámosle que es mantequita porque en general, una clase media baja o alta viene de antemano con capital cultural transmitido por la familia. Pero igual sirve de ejemplo.
 Por mi colegio veías pasar familias enteras por la bandera. Quiero  decir que si el hermano mayor era abanderado casi seguro los menores también lo eran, es increíble. Algunos nombres suenan, Arce, Rivas Jordán, por qué no unos cuantos Jozamis, se me hace que también había Mishimas, los otros no me los acuerdo, pero eran hermanos. Una cantidad increíble de hermanos que vos veías año a año llevando la bandera... 

No es casualidad. Si la familia está bien preparada, el nene está bien preparado y es uno de los errores más estúpidos de la escuela  en Argentina enorgullecerse de chicos que en realidad vienen con ventaja desde antes. Ese sistema de premios es bastante diabólico porque es una competencia que empieza tramposa y termina igual.

Si en lugar de andar ocupándose de promediar el desempeño en seis años de doce  gatos locos y de reunir una junta para decidir quién  se va a hacer cargo de tal honor , las instituciones pensaran por cinco minutos qué carajo hacer con los chicos que realmente no están logrando ni arañar en los conocimientos básicos necesarios, la cosa sería distinta.

Es casi como si se les echara la culpa a los alumnos por su desempeño. Es MALO, es horrible. La educación es un derecho y hay que garantizarlo, y no le puedes andar echando la culpa a un nene de ocho años de no saber leer si nadie se hace cargo de él, y es una estigmatización que viene desde que son niños, y que obviamente los condiciona para su desempeño posterior en la escuela. Empiezan los años con miedo casi sabiendo que si en este no repiten repiten en el que sigue, que si este no dejan, será el otro. 

Y en estas circunstancias es donde entran los profesores. No sé por qué vi en mi vida tantos pero tantos profesores mediocres. La docencia debería ser una profesión comprometida con el futuro, no con la propia comodidad. Me indigna mucho acordarme de esos profesores que avergonzaban a los otros chicos cuando no sabían algo. ¡Como si no fuera responsabilidad de ellos a veces! No digo que no haya visto profesores excepcionales. Que los vi, los vi, pero eran pocos,  y con uno o dos por año no cambiamos nada. Además, mantequita, colegio privado.

En general, los profesores tendrían que plantearse, antes de decidirse a ser profesores, que en sus manos van a estar cuarenta alumnos o más durante un año. Cuarenta niños. Son cuarenta vidas que, vos dices que no, pero de alguna forma estás influenciando con lo que haces o dejas de hacer. Estoy segura de que si hubiera mejores experiencias docente/alumno el fracaso escolar no sería tan común. 

Un profesor no puede no ser apasionado y no puede no estar comprometido socialmente. Lola. Es así. Si a vos no te interesan tus alumnos,  si a vos no te interesa la gente, no seas profesor, estás dañando muchas vidas. Y si sos docente y realmente no estás comprometido, creo que deberías elegir otro rumbo.

Yo no digo que sea fácil, pero para eso se preparan y por eso pienso que la mediocridad no está permitida para algunos profesionales. 

Me enojan muchísimo algunos profesores de mi facultad, que nadan en títulos, tienen doce doctorados nueve especialidades, y cuatro magisters, y a la hora de dar clase son una pinche penca parada al frente  que ni fu ni fa. Si sabes, enseñá, maldito, hacé algo, hacé el intento. O que ven que un grupo no reacciona con tal metodología , y la mantienen todo el asqueroso cuatrimestre.  Es molesto. Yo sé que hay una idea general de que en la universidad es uno el que...
pero indigna. Indigna que se hagan los buenos, porque supuestamente debería llenarnos de orgullo tener tales eminencias enseñándonos, pero no es así,  si realmente no hacen nada por enseñar. De nuevo: lola. Vos dices que sos doctor, yo te digo ¿Y?  A mí de que me sirve tu título sino sos capaz de interesarte por dar una clase. 

La mediocridad en algunos profesionales no puede permitirse. Afectan a otros. 








jueves, 17 de octubre de 2013

sueños

Gatito ulula quiere ser paloma y cazar
pelusas en el cielo patalear le a las nubes
quiere ser  paloma y volar
saltar del balcón  abriendo alas nuevas
marfil y pluma
morder el cielo y relamer se los bigotes  de
tanta prisa y libertad

gatito casero tiene miedo
su sombra amenaza pisando muebles
malvadas moscas sobrevuelan
sobre su nariz cansada

puertas cierran y abren
y con el lomo encrespado lucha
contra una lapicera solitaria y peliaguda

gatito cansado
duerme en una caja y tiene
malos sueños
camas con gente
manos muchas
apretándole las orejas
y los pies

gatito casero sueña ser a veces
un gato de techos
gato forajido
gato malo
indomable
nadie lo toca
nadie lo mira
pasa el día a en el basural
luchando por su vida
en cada vereda
buscando donde dormir
todas las lunas
una cama nueva
un cielo distinto

no sabe que
gato forajido
las garras asesinas
las cicatrices orgullosas
los pelos espantados
dormirá soñando ser

gatito casero
cajita de cartón plato lleno
manos cariñosas y en la noche
solo luchar contra malvadas moscas
sombras y lapiceras
gatito forajido ya no sueña
ni sabe si alguna vez soñó
con ser paloma y volar


jueves, 10 de octubre de 2013

insomnio II

 vas a dormir esta noche
                            pensando
                              en   e s o
que se     v   a      de las manos

  como  vuelo  de gorrión
     en eso
que
desde los recodos más hondos
               desde las vísceras más retorcidas y mancilladas
                                              canta tu nombre como arrullo infernal

los ojos dulces        
           enormes
                    prendidos
                            desde la ventana oscura
                            desde el indecible vacío
                                                     
                          te van a mirar
desde la nada abismal


esta noche
          desde el último recuerdo que te muerde la piel
                      dos ojos      cuarenta
                                  seiscientos ojos
                                               penetran en tu espalda
                                                              en tus hombros

te miran
                    desde el último roce que   a b r i ó   llagas
te están mirando
             desde el último respirar el aire húmedo
saben  que se perforaron tus pulmones
 que te quedaste sin aliento
                     que  se desdobló tu   a l m  a
                                               siete veces
                                          en el mismo exhalo

y te miran

vigilan tus pasos
y su mirada soñolienta
                    manotea tus pies

               mirarte esta noche
                               es su carnaval


                                 el azar y la inquisición
                                              la confesión y la culpa
                       el vuelo soberbio del alma
              es su juego
          ellos ganan

                      esta noche vos  te pierdes
                                          en la inmensidad de la madrugada

   y qué queda en tus manos
                          más que  el criminal  placer de las ansias
                                              y las plumas muertas revoloteando


los ojos te miran
            aunque no te atrevas a voltear

                                              te miran
aunque no quieras creerlo

te   m i r a n
                 
claman victoria
 la gritan

 casi como si creyeran

               que nunca atrapaste un gorrión en vuelo
solamente para acariciarlo                
  
casi como si esta fuera

                 la primera vez que dejas   v o l a r   un gorrión

                                y duermes pensando en eso

martes, 8 de octubre de 2013

Queja abierta

Me ha pasado en los últimos tiempos algo relativamente raro. Medio al estilo Sombrerero/Alicia, varias personas me han acusado de perder algo.  Para seguir con lo del Jabberwocky y Tim Burton/Lewis Carol, de perder mi muchosidad
Realmente me irrita. Yo no creo haber perdido nada, sí puedo haber cambiado, pero qué triste sería no haber cambiado desde mis catorce años hasta los diecinueve. Si después de cuatro años de secundaria, un año y medio haciendo danzas clásicas, varias lecturas de por medio, psicólogo, y casi dos años viviendo a mi propio ritmo en Córdoba no hubiera cambiado, sería, arriesgo (sí, soy sarcástica, no arriesgo, afirmo), una persona boludísima. 

No es que no extrañe a la Julieta que sabía escribir cuentos, y que tenía una respuesta firmemente moral para cualquier dilema, ¡pero ya está! Si yo siguiera siendo como a los catorce años seguiría escuchando Tokio Hotel y mi parámetro literario seguiría siendo Harry Potter (no es que no siga amando Harry Potter, no es esa la cuestión), y eso sería muy triste: significaría que no he avanzado para nada. Que sigo con los mismos esquemas de un colegio católico, del adoctrinamiento horroroso de ser clase media y haber sido criada a la cristiana, de ser la nena de la casa, la hermanita menor, y otros etcéteras. 

Nadie, nadie avanza si sigue siendo el nene de la casa, si sigue haciendo y diciendo lo mismo, si sigue tratando de atenerse a la moral impuesta sin querer queriendo. El mundo necesita cambiar porque el mundo cambia, y nadie avanza si se mantiene en el tristísimo perímetro de su propia sombra. 


Pero lo que me molesta muchísimo más, es que esa gente ¡me acusa! Y acusar es la palabra, porque me lo dicen con reproche, como si quisieran imponerme que yo siga siendo lo que era, que yo me mantenga impermeable a seis años de mi vida: me atrevo a afirmar, a nadie le pasan como si nada veinticuatro horas, no se es el mismo hoy a las seis de la tarde que hoy a las doce de la noche. En cada momento nuestra mente está naufragando y buscando puertos. 

Y no nada más me acusan, sino que ni siquiera consideran el hecho de que tal vez sean ellos los que también han cambiado, los que tampoco pueden mantenerse al nivel delirium, los que han perdido la muchosidad o lo que sea. Porque donde hay dos personas, hay diálogo, hay dialéctica, un puente no se sostiene jamás de un solo lado diría cortázar con sus palabras precisas, ¡tiene que haber intercambio! ¡No es que surge en mí la queja o el chiste porque sí! Hay algo que hace que surja. Y si vos estás al frente y ya no surgimos, ya no hay nada, no nos debemos nada. Chau, en otra ocasión será. 
Salvo unas pocas personas indispensables en la vida, el resto es como una ola en el mar, se va perdiendo desde la inmensidad hasta la orilla, hasta que no se la ve más.

No necesariamente soy yo la estéril: el diálogo es un devenir, algo continuo y necesariamente de a dos. Si buscaban en mí un rastro del pasado impoluto, ¡qué mal que estamos! Para eso está el recuerdo. Los seres de verdad cambiamos.

Y, otra cosa mariposa (?), si sigues viviendo en el pasado, y esperando lo mismo de las mismas personas, es porque hay algo mal con lo que estás haciendo. 



...
De cualquier forma, en esencia, somos los mismos, literatura, humor negro, rock nacional. El cambio está en dos niveles, el superficial ("ay, mirá como habla, cordobesita" (idiotas) y el metafísico ("no sé qué es, pero no es lo mismo").  Cualquier persona que me quiera hablar de Andrés Calamaro, literatura, o lo que sea, es más que bienvenida, pero no esperen que mi canción preferida siga siendo Buena suerte y hasta luego. 


Y si han terminado de leer esto y piensan "pobre, ha perdido su muchosidad", con toda vuestra muchosidad a cuestas... ¡Podéis iros al carajo!


Finalmente, si diez años después, no estamos igual, qué le vas a hacer, Calamaro querido. 




lunes, 7 de octubre de 2013

Del arte y la represión

Sin dudas no soy la primera que trae esta cuestión y la pone sobre la mesa, pero volviendo a temas como la vanguardia (el Cubismo y el Surrealismo, en el apunte de francesa más precisamente), solamente puedo pensar en... cómo decirlo, el impacto de la represión en las búsquedas estéticas.
Siempre me han parecido fascinantes los movimientos de vanguardia por esa irreprochable fuerza expresiva, esa firmeza que uno lee en las palabras y la provocación que suscitan: nada como leer un pedazo del manifiesto surrealista para entenderlo, o leer un poema de Tristán Tzara para decir o "omaigá, qué molestos", o "wow, acabas de convencerme totalmente".

Y creo que ahí es donde entra la represión. No pretendo ser original. Ya ha hablado Freud de sublimación, y honestamente qué sé yo cómo funciona, pero a la manera que los pioneros de la semiótica pretendieron desprenderse de nociones similares a las de psicología, yo voy a fingir que Freud nunca existió y que es producto de una psicosis colectiva alucinante (?).

En fin. Creo que hay algo en el ser humano:  
a) Una parte que necesita ajustarse a la norma, a lo convencional, a lo todos, al grupo.
b) Una parte que es el arte, que es la voz propia, el grito. Ese vómito interior que cobra cualquier forma pero que va en búsqueda del placer, de la liberación, del goce de la libertad y la eliminación (momentánea, sí; más o menos,vicaria, sí) de los pudores. El cruzar la línea de la norma, el rebelarse contra eso que marca el rumbo, es terriblemente propio del humano, y lo que forja su identidad. Basta pensar en el comportamiento de los adolescentes, más allá de que eso sea una... anomia dentro de la norma y lo esperado.

Y a la vez, mepa que mientras más represivo se es con el ser [con el espíritu si nos queremos poner metafísicos a pesar de la hora (la mañana con su seriedad intensa) y el siglo (XXI, con todo el progreso científico a cuestas)] más fuertes son los movimientos, más firmes y bestiales los arrebatos que pretenden soltar  el cuerpecito de trapo y madera, el cuerpecito de marioneta que la represión trata de controlar con sus pobres pero constantes, pero millares, de tanzas, de hilitos que mueven a la marioneta, que tratan de moverla hasta que la marioneta pierde el corazón que ha buscado a lo Pinocho con tesón. 

La represión mueve las fibras más importantes del ser, les da la fuerza del mar y los tornados, porque mientras más intentas contener algo, mayor es la fuerza que hace para liberarse, y no importa que el volcán no estalle, hay algo abajo de la tierra, en lo profundo, que se está calentando y que nadie puede ignorar.
Por eso creo que las épocas más represivas o más... conmocionantes son las que más cantidad de  artistas dan a luz. Porque el arte es el único lugar donde el cuerpo está allá, volando, desdoblándose en miles, mientras la marioneta se disimula inquieta ante las tanzas. Porque el arte es el único lugar que permite la subversión, la rebelión, y la denuncia. Porque es donde los significados se desplazan de los significantes (algo así dijo Barthes una vez), de lo material  para  que la ambigüedad genere esa tensión que indica que hay una queja, un monstruo dormido, o acechante. Una queja, una rebelión, pero dónde exactamente señalarla si ahí dice que, si no hay nada que diga exactamente eso. Pero cuánto lo siente uno. Cuánto logra sentir, con qué fuerza, a la bestia encerrada, su sangre en cauce incontrolable través las venas, su respiración acezante e inquieta, la bestia que cuando abrimos el libro salta a la cara y se hace presente con sus gruñidos fantásticos y horrorizados.

El arte es el león que gruñe a su domador para advertir la inminencia del zarpazo. 

domingo, 6 de octubre de 2013

Domingos y domingos.

Estoy con alma de domingo, alma de nada, de quedarme en casa, y dejar que suene ese álbum completo que alguien ha subido a su enfático muro de facebook.
Me pregunto por qué ese afán de retraimiento y encierro que nos agarra de vez en cuando, medio traicioneramente, por la espalda y amenazando con la boca de la pistola pegada a la espalda. Pura mala fé nuestro otro yo que nos va manoseando y haciéndose el oso.
Uno sabe que es domingo y que todo el día perdió tiempo, pero es casi el imperativo de domingo, en especial si no hay una obligación que nos patee y nos obligue a alzar los ojos, bien alerta.

El espíritu de domingo es espíritu de vagancia para los ateos como lo es de misa para los cristianos. O mejor: el domingo es la santa misa del vago, o del que quiere tranquilizarse porque nada le rompe las bolas.La comunión consigo mismo. Partir las galletitas, y tomar el café. En conmemoración nuestra (o tuya).

Sin embargo qué asesino estar nada más con uno mismo tanto tiempo. Qué asesino el café, las lecturas, y ni hablar la propia cabeza que anda encontrándose monstruos  hasta abajo de la mesa.

Encierro, fin de semana y soledad, yo sé que en mí, no terminan bien. Pero qué hacer. Qué hacer un domingo...

Yo creo que por todo el ocio que uno amontona el fin de semana, debe ser el domingo el día más propicio para suicidarse. No, yo nunca pienso en suicidarme. En serio, lo digo en serio, no te preocupes. ¿Pero en dónde escuché lo del dominguicidio?

Creo que Voltaire tenía razón con su moral práctica y eso de que hacer filosofía es nocivo para el espíritu humano (?). Hay que tener huerta propia. (?)


Hablando en serio, hay que tener la cabeza y el cuerpo bien atareados si uno quiere  evitarse la depresión/la tristeza/el autoboicot/la obesidad (?). En especial el cuerpo, porque la mente se acelera mucho; pero si uno ocupa el cuerpo, también se cansa la mente, es una cosa maravillosa. Por eso amo el gimnasio. Ahí voy a cansar el cuerpo para que la mente no entre en crisis y apriete el botón de autodestrucción.

¡En serio que es más difícil estar tranquilo cuando uno está solo! Mucho tiempo así y terminas queriendo romper la pared con la cabeza, aunque sepas que la pared no se va a romper, y que es medio boludo.  El peligro de la soledad es que uno empieza a olvidarse de esas cosas que se advierten con los otros. Como Bauman decía, lo que tenía el desierto era que uno podía salirse de lo social, y por eso se acercaba a dios, porque no había un límite impuesto por otro. Era un diálogo con uno mismo, un ego que se volvía absoluto.

 Pero, si vos estás con otra persona, desistes de plantearte "che, voy a romper la pared con la cabeza", porque continuamente la convivencia te recuerda esas boludeces, esos malos actos o hábitos. Uno aprende mirando al otro y estando en conjunción (ja) con el otro.

La humanidad no está hecha para la Santa Soledad del domingo. Aguantamos así dos dias, y si van tres  ya empezamos a encontrar las formas más económicas de suicidarnos. (No, no soy depresiva. No, no hablo en serio, nunca pensé en suicidarme. Basta, dejá de preocuparte por mí, solamente es domingo y estuve sola mucho tiempo.)

Lo más sano es llamar a un amigo, y que el café sea para dos, pero eso implica un hacer, y eso está estrictamente prohibido durante la misa de los vagos.

Alerto al mundo y a mí que solamente quedan cuatro horas de domingo, y que eso es deprimente. Mañana voy  a desperdiciar en la facultad las horas de la tarde que hoy he desperdiciado encerrada en mi departamento, tomando tereré y comiendo galletitas con dulce de leche. La humanidad no es cuerda.




martes, 1 de octubre de 2013

Carencias

                       veo el mundo
                                       derramado

no hay un sólo pedazo de aire
de éter
que obedezca
          se rebela con la fuerza
          de quien se sabe necesario

será que no es de esas tardes para respirar
                            sino para ahogarse
y en el éxtasis asfixiante
manotear para salir de la penumbra

buscar con los ojos desaforados
la luz
la superficie del agua espesa

           el mundo 
                                       derramado
                    incierto
      distanciado y roído 
                         se queja como gato con hambre
                                maúlla dolorido 
con la piel
          pegada a las costillas
con la piel de sarna y hueso
                        las pobres uñas
rotas y frágiles

                            al primer embate del frío
                                                      del agua o el fuego
                             va a encresparse furioso
                                                      va a quejarse de su suerte 
                                                 la fatiga le va a desprender los ojos desorbitados
                                           y va a morir otra vez

                                             como las hojas en cada invierno
                                  como nosotros cada noche en vela
                          como la luz mutilada de las estrellas
           como muere el exiliado en cada nostalgia
                                                   
                            el mundo y las hojas y vos y yo y cada alma en la distancia perdida
                  te aseguro que hoy
                 ahora mismo
                                                 m u e r e n
   o t r a   v e z