lunes, 17 de marzo de 2014

Marcas

alunizó
sobre mi frente
sobre tu frente
una cruz de ceniza

el inicio
el nombre
la voz
sobre tu nombre
sobre tu sexo

 manchas que portas

ni abanico ni ventilador
de la era del split
la era internet
la era Formación ética y ciudadana
era si te pega no te quiere

sabiendo todo y no sabiendo nada
entre los ecos
de las voces de los grandes
los griteríos de los más chicos

ya nada
uniformes
tomar distancia y oíd mortales

¿la oración?
fundió
el barba andará por ahí

si existe no te mira
y y si te mira le chupa  un huevo

la era espejo con vocación inquisidora
la era que mató a Amanda Todd
la era legalícenla
la era caso Ángeles
la era Obama
¡es un negro!
 nobel de la paz
la era del papa copado
la era Ana y Mia

vimos dragon ball
vimos scooby do
leímos Harry Potter

quisimos londres y japan

y aquí andamos
tratando de  ponerle encima
puig vargas llosa cortázar garcía márquez
de borrar
y encima neruda romero piglia
sarmiento gauchesca
las casas carpentier martí

lo que venga

chacarera zamba rock nacional zumbando calamaro
spinetta soda estéreo el indio
y nada

era messenger metroflog fotolog myspace
taringa youtube facebook
 chatear con chilenos marroquís canadienses
son "tus amigos"
españoles mexicanos ingleses con un  nick
ese que elegiste
cuando te volviste quién sabe
en el fondo lo mismo

era el sida se contagia a todos
era matrimonio igualitario

y con tu nombre manchado
desgastado pensar

me lo pusieron
a traición
y arriba le imprimieron
una genealogía
y un dni

y una escuela
a traición
que era un colegio
y que no habías entendido
la diferencia
hasta que tuviste
como doce años y te dijeron que había colegios gratis
¡wow mamá, y para qué pagamos!

y vos aquí
yo aquí
conectado a nada
sobre la nada misma

decidido
a traición
una carrera
vocación de escriba

decidido
por la espalda
tu pareja

decidido
guardia baja
moral correcta
ética correcta
siempre correcto

las manos en el fuego
por vos
una persona bien

decidido
a traición
sobre tu cabeza las tanzas
que escriben en este momento

y el café que mancha
tu nombre sobre la hoja

ese nombre que te pusieron
con agua bendita
y no sé cuantos millones
domicilio teléfono
masculino femenino

y manchado y difuso y todo tu nombre
sigue leyéndose
clarito

en la hoja tu nombre
una cicatriz

jueves, 6 de marzo de 2014

No duermas...

No duermas
sosteneme la cabeza
atame un globo al alma
y que me la lleve a la estratósfera
o no sé pero quedate

no duermas

nos sentemos en el piso
nademos
en la taza de café
como dos moscas olímpicas

miremos el mate lavarse
como la noche en la lluvia

saquemos estrellas de la bombilla
que sea un telescopio
que vayamos a marte
pisando el satélite de Personal

el Transbordador termo 600
ajustate el casco

ya estamos pasando el cielo

Destino:
la órbita de la luna
de tus ojos
de tus lunares

por qué no te quedas
desvelémonos
como si las mañanas no fueran hermosas

porque dormir es cortar la vida tan al medio
como el exilio o el destierro

un anticipo de la muerte feroz

no durmamos

hagamos
sinfonías de los vasos y las paredes
que el detergente haga burbujas púrpura
que nos quedemos adentro y miremos el mundo
redondo y liso
fragante

quedate
mirame
miremos
como la lluvia limpia Nueva Córdoba
y el reloj cambia de color
sobre nuestras cabezas

y que las horas
se alarguen y se doblen como una bailarina

no duermas
se vuelve todo tan lejano

se hace tan certero
que nadie más entra a mi cráneo
cuando las pesadillas
acechan

aunque del cielo caigan flores.



miércoles, 5 de marzo de 2014

Espionaje

Te espío desde bajo la puerta. Miro la ruta inquieta de la curva de tus pies. La piel que queda en la madera y se hace polvo.
Te espío, y no hay cerradura que pueda conmigo, soy cabeza dura.  No hay quien pare mi espionaje, ¡soy la sombra que te sigue!
Hoy, mientras duermes. Duermes así, con un diptongo entre la de y la r, duermes, a lo largo, gravemente, no mientras dormís, que suena a corto, mientras duermes, que suena a eternidad,
puedes tener la seguridad
¡no estás solo!
Te espío
desde bajo la puerta
en los huequitos que deja la llave
la ventana abierta, no es esquizofrenia la mano que sientes en tu hombro antes de dormir
los ojos que sientes (así, eternamente) sobre la frente cuando te despiertas

y es que no soy la única que te espía

abajo de tu almohada
entre los pliegues de las sábanas
mientras miras el partido
miles de ángeles y demonios miran tus pasos, cuidan tus movimientos, recelan tu respiración
decenas centenas millonadas de hadas resguardan en sus espaldas tus zapatos cada vez que van acomodándose sobre el piso mientras caminas
en el picaporte de la puerta que abres un demonio herrero mueve el mecanismo y te abre a otro mundo tras el vórtice

pisaste doce universos tan solo ayer mientras vagabas por el departamento, mientras ibas del balcón a la pieza, del pasillo al patio interno, y nunca has estado solo, y ni siquiera sospechas que en este momento
a tu lado, en el sillón te pico en el lomo para que te rasques como un animalito, y despanzarme de la risa  por tu incapacidad física para llegar al centro de la espalda

y ni siquiera sospechas que sobre  el reloj que va con las agujas a tientas sobre la pared
sobre el reloj a cuarenta y siete centímetros de tu cabello más cercano
hay  un esbirro de la muerte
esperando agazapado
con sus manitos afiladas
con sus ojos sangrantes
y su pico carnicero
con sus doce patas
y sus seis alas

y ay, cómo te mira, si vieras sus ojos fagocitándose tu oxígeno
tu vida,
ay, si vieras que solamente espera y espera el momento adecuado
oportunista,  acecha eternamente

¿no te darían ganas de llorar? Incluso más que ayer que te diste cuenta
que tu noviecita andaba con otro
más que hace siete años, lo sé, porque yo sé todo de vos, porque te espío, siempre te miro, porque es mi misión y mi razón de ser velar por vos, más que hace siete años
que tu padre te dijo que eras un inservible
más que esa vez
que el lsd te revolvió la cabeza y acabaste vomitándole la injusticia de la vida a tu mejor amigo

oy pero llorarías tanto más
si supieras
ese acecho
esa inminencia tan cercana, tan atenta,
porque vos encerrado en tu cotidianidad
en tu dormir despertar desayunar estudiar ir al gimnasio bañarte comer
encerrado en tu caminar a la facultad aburrirte volver
no puedes ver que tal vez hoy
o mañana
 ese bichito ansioso puede devorarte el corazón a bocados

parar el flujo ansioso de tu sangre

llorarías tan poco si supieras
que tal vez esta noche...

oh, pero por dios, no temas, es que nada más me duele verte gastándote la vida así, solo
no no no
no temas
yo estoy aquí a tu lado, y a cada salto que pega ese demonio para dejarte en la nada absoluta
yo pongo mis brazos
y la herida es solamente otra señal de que sigo ganando esta guerra eterna

no temas
no no
no llores, en serio, ¿por qué lloras ahora?

que no sea miedo
yo aquí  te cuido
aunque no me veas







sábado, 1 de marzo de 2014

añoralgia

que te quiero llevar conmigo

que no quiero volver y no encontrarte
y vivir para esperar 

que no quiero
quedarme aquí
donde uno duerme de noche
y hace de día y come a las doce y duerme a las veintitrés

quiero
mi oniro balcón
y el vértigo
mi soledad y mis fantasmas
mis vientos que  abren la puerta  y la cierran 
el aire que atrapo
y lo mantengo dentro
y lo dejo aquí y lo vuelvo a llevar
y a traer

me quiero allá

pero te quiero conmigo
sentirte tu respiración
que vaivén 
ventilador pasos de vecinos
y autos pasan
tu respiración
que  difumina
desde los ojos miopes
como una lágrima en papel
la verja desconfiable del balcón

me quiero en mi laberinto

 y quiero perderte
y encontrarte ahí
y atarte una piola  
desencontrarte entre los muros
volverte a ver

que tu pecho suba y baje
que tu piel se vea murmurar a contraluz

en la oscuridad desde el pasillo y desde la cama 
a tu lado
desde tu espalda desde el camino

desde los pasos que te van siguiendo
que vuelven porque estás 
desde Estrada Obispo Oro
por Ituzaingó y Rondeau y Buenos Aires 

desde los pies que te buscan
como si fueras a estar
todos los días y quisieran que sea rutina
encontrarte tras la puerta
verte por la mirilla
esperar el ascensor
 y volver para tomar café con leche
comer milanesas qué sé yo 
y todos los días perderte y encontrarte
en el laberinto o
 mirarte desde el pasillo 
dormir y respirar