sábado, 8 de diciembre de 2012

Que para siempre me dure

Busqué.
He buscado con la gran soberanía
de la peor de las idioteces

en el alma de estásimos sublimes
en las palabras suaves de algún verso uruguayo
o en los largos divagues de personajes
 invenciones.

En el aire, en el agua
en las voces latentes de la tierra
o los grandes mitos arcaicos.

En la voz grave y tronadora de los cielos
o la caminata en el gólgota.

Las búsquedas son un rodeo.

En musas agrietadas por los años como montañas roídas
en vanos encuentros que quise llamar amor
y no eran más dolorosos que un mate frío y lavado
ni más felices que un mantel nuevo.

Cuando
en el pupitre de al lado
en la boca del del Buenos Días Profesora

Tras un tiempo que más que tiempo fue vida.
Vida de la buena
de la que uno no cree ser vida
Me abriste
como se abre una puerta
o un libro viejo

y entraste
regalándome bufandas y palabras
 y otras cosas que llamé carnavales
y dientes.

Y casi que el mundo se volvió mundo
belleza
literatura

Y yo que andaba buscándome en libros y dioses
en palabras ajenas tan famosas
con tanto esfuerzo y para qué

si ni fu ni fa
ni ton ni son

que todas las razones y sinrazones
me las encontré una vez y de improviso
 en la sombra que perfilaba tu espalda

mirándote dormir creyendo que lo único que te miraba
eran los ojos oscuros de la noche

vos que dices que yo no te quiero
yo te digo que más que amor sos poesía


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