sábado, 31 de agosto de 2013

Carta


que sabes
que sabés

que miraste un punto fijo en la pared
la noche entera
y pensaste en morir
de cuarenta y dos formas distintas
en menos de tres segundos

que mataste tu padre
que robaste el fuego
que nublaste los ojos
de la creación

en menos de tres segundos

sabes?
sabés

a todos nos pasa

a todos nos toca

el beso de judas
negar tres veces
hacer de Pilato
y lavarnos las manos

tentamos al diablo
le coqueteamos
le hacemos ojitos

nos paramos en el umbral
y miramos al abismo
agrandándonos

a que no me caigo
a que no me caigo


y caemos y el alma soberbia y altiva
alza la cabeza

mientras vos la agachás


pero es que a quién le importa!

esta noche
cuántas cosas hiciste mientras pensabas
y cuántas dejaste de hacer

va a llegar la mañana a redimirnos
a todos nos llega la hora

del sosiego

caminar a las llamas
para que el humo
nos convierta en sol



yo sólo quería que sepas
que he mirado
ese punto fijo en la pared
y he sido mil veces
lo peor

la angustia y el homicidio
la autodestrucción y la locura insana

ya llegará el tiempo
arriando al perdón

trayendo viento suave
primavera
la ciudad maullando contenta
los faroles
una cerveza fría

ya sabes, eso,
el perdón

mirarte al espejo y decir

ya fue

la noche está hermosa.










jueves, 29 de agosto de 2013

De los sitios de internet y los pactos de lectura (?)

Esta tarde, el profesor del Seminario dio un concepto de (creo) Souza Santos, la razón metonímica, que me hizo acordar de algo (¿se dice a algo?) que vengo pensando desde hace banda y es en las redes sociales y algunos sitios de internet.
No es que me las quiera dar de socióloga pro, ni nada por el estilo, pero se me ocurría que todos los sitios tienen sus propias normas, su propio contrato...(!) Para acercarnos más al concepto "razón metonímica",  (lo estoy agarrando moooy traído de los pelos, pero me dieron limones, haré limonada, es lo que hacemos en mi carrera) , tienen su código, sus normas de interacción que te dicen qué se puede y qué no (nadie aclara por qué, y es como el cuento de los cinco monos y la banana). En fin, esas normas que dan lugar a la reproducción, repetición, etc., y que establecen una legalidad.

Pensaba en facebook, versus algunos foros más bien frikis (xD) por los que he transitado en mis épocas oscuras (y a mucha honra), y a los que me cuesta volver por falta de tiempo. 

Cuando inicialmente me daban vuelta estas cosas en la cabeza pensaba en los días en que me cambié el nombre por Narices de Ciruela, y la mitad de las personas pensaron en eliminarme porque "¿quién es este?"
Mientras yo pensaba que en MI facebook, que al fin y al cabo es otro lugar más de internet, podía hacer lo que se me cante, estaba mezclando dos códigos. O al menos los que nunca entraron a un foro entendieron MI código. 

Resumiendo. Me puse el nick del foro (un foro friki, de animé, que tenía una sección de Literatura que fue mi  mayo del 68) en facebook. 

En un foro el contrato es el nickname, el seudónimo. Esconder tu identidad. Si quieres tu edad, si quieres tu sexo, si quieres tu nacionalidad. El contrato de los foros es la seudonimia, el doble, casi que esconderse. Está esa vía de escape para ser quien se te ocurra ser, total... (Obama podría llamarse El negro bonito, dije alguna vez...)

De facebook se espera otra cosa, y ese es a veces el riesgo que pueden correr los más chicos (en realidad, cualquiera que sea ingenuo y agregue a cualquiera). El que está del otro lado se supone, está obligado por contrato, a decir la verdad. 

¡Cuántas veces he visto situaciones de este tipo! Chicos diciendo "qué buena que está esa mina"... y yo, "boludo, es amiga de mi prima, tiene doce años", "pero aquí dice que tiene diecinueve". Sí, claro, diecinueve tu hermana. El caso terminó en estupro (?). (JAJAJA)

Uno asume que todo lo que tiene escrito el otro en su perfil es cierto. ¿Cuántas veces he visto por ahí gente a la que le cambiaron la fecha de cumpleaños y todo el mundo lo saluda en un día aleatorio?

El riesgo de las redes sociales es asumir que todos van acorde a la legalidad, y que respetan ese "pacto de lectura", cuando no es así. Los más chiquitos se ponen edades de mentira, porque facebook tiene un límite de edad (que en realidad no sé cuál es), y automáticamente el "recomendador" les invita a añadir gente más grande. Tal vez es por eso que vi chicos de veinte años diciendo que buena que está está mina mirando la foto de una púber...

¡No hay que ser inocente, hecha la ley hecha la trampa!

¡El contrato es la certidumbre de que vos sos sincero, el otro es sincero, ese es tu nombre, y ese tu apellido!
(se me ocurre un caso de apellido en este instante)

Como sea, hay otras cosas que establecen otras normas. Saliendo del ejemplo de facebook, me acuerdo de aquellas épocas en que conocer los memes, era algo de frikys y geeks, y esos habitantes de los inframundos cibernéticos. Encontrar a alguien que conociera los memes significaba comenzar la misa, entrar en comunión, cortar el pan y el vino para ponerse a hablar en términos de Fuck yea! o Yao Ming, o LoL, era realmente algo que significaba distinción. Eventualmente se hicieron universales, y terminó el encanto. Pero quiero decir que conocer ese código, significaba en su momento algo de vos. Si conocías los memes tenías que haber andado por 9gag o 4chan...

Quiero decir que así como el aula tiene su contrato docente-alumno (allí comenzaron estas reflexiones que tal vez algún día tengan más pies y más cabeza), los sitios web también se establecen siendo algo así como "instituciones" en las que se establecen contactos (contratos, quise decir) entre las personas.

Nadie en facebook va a decir: Te dejo mi huellita, effeame. Porque no tiene nada que ver.  Se pone Me gusta. Cosa que me parece de lo más ambigua. 

[Hasta me acuerdo que una conocida dijo "¿No me digas que postea cosas políticas en facebook?", con cara de asco. (Yo publico poesías, viene a ser lo mismo.) 
Que la gente en su facebook haga cosas no significa que el otro se lo espere. 
Al escribir cualquiera de estas cosas y postearlas en facebook estoy transgrediendo la norma, pero no es mi culpa que sea tan mala administradora de blogs.]



Au revoir. Los saluda atentamente, Narices. 
      




sábado, 24 de agosto de 2013

Creencias de madrugada

No creo que en este día las cosas hayan sido así por algo.
¿O sí?

Creo en el frío en mi desorden,
mi casa.
Creo en mis manos heladas que no atinan a la tecla de la computadora.
Creo en el silencio y en la ausencia.
Son la misma cosa.

Creo que creo en la redundancia. Creo.

Creo en el punto ciego de Córdoba
donde un sábado
-¡hoy lo encontré!-
a las tres de la mañana
puedes escuchar el sonido de tus pasos
y tu voz como
uno dos tres ecos, sin que ningún adolescente boquiflojo
grite alguna guasada

y eso es tan real
como que mañana voy a despertar y este frío va a ser
solamente una pesadilla
o un dolor de garganta. El frío tiene sus extrañas maneras de cagarnos el fin de semana.

creo en el ascensor
y que los porteros son metidos
y esto último es tan cierto, que debería ser religión o ideología

creo en la mesa
en los platos sucios esperando la redención santa del detergente
el perdón de los pecados

creo que tengo hambre
y que la gente piensa que solo hablo de comida

y creo que tengo sueño
y ese fue hoy mi leit motiv

creo en mi cama
supongo que no se fue a ningún lado

creo que ser una cama debe ser aburrido

sé que Córdoba está ahí abajo
que es ese momento molesto de la noche
donde sale la gente del encierro posmoderno del boliche

apuesto que algún chabón se ganó la lotería con una mina bastante borracha
o que alguna mina fue al departamento de un chabón
esperando un café, parece que esas cosas pasan.

Me contaron. Yo les creo.

Creo en el reencuentro,
y en la euforia del reencuentro,
Creo en cinco pesos de propina a un mozo
que habrá pensado

tanto comieron y tan poca plata dejan, malditas adolescentes risueñas


Creo que son las cinco y tres minutos de la  madrugada
y que todo lo que creí esta noche

va a seguir estando muchos sábados más

Y eso creo que puede ser la paz


y eventualmente la guerra.

Hoy es la paz.

Y me alegra creer eso.



lunes, 19 de agosto de 2013

el perdón de los pecados

¿Por qué
hoy crucé el umbral 
y no estabas?

no te vi en el infierno
chamuscándote
lamiendo la ceniza

no levitamos juntos al cielo
para mordisquear las nubes
y tantear la luna

pagué y prendí la luz mil veces
y los monstruos me seguían mirando
me roían el alma

no entiendes cómo
me mataban desde dentro
golpeándome el cráneo
moliéndome los huesos

¿Por qué no estabas
para espantarlos?

hurgué entre la escarcha
con las manos deshechas 
y no estabas
al final del túnel

rompí la arena
y abrí el desierto
y no estabas ni en el espejismo
ni tras los camellos

busqué tu voz
en medio del coro trágico
y la ironía me encontró a mí
buscándote
y perdiéndome

No sé si te dije
pero no estabas

crucé mil puertas
te he buscado en los libros
y en los balcones

he descendido por las escaleras de mármol
y he subido hasta el olimpo

he permanecido
ataráxica en el limbo
he llegado al nirvana
y después caminé sobre el mar

con la paz del viento
y el rumor lejano de la noche
di hasta mi corazón
en las guerras floridas

y no estabas

¿A dónde estás?
Que la mañana no me trae tu sosiego
y tengo de nuevo la inquietud

de que juntos ya no podemos partir las aguas
para cruzar el umbral

viernes, 16 de agosto de 2013

He te-me-nos aquí
revolucionados
p a r t i d o s
deshechos.

Vivir en dos mundos
desdoblado siempre
herido

Al medio un rayo una flor
una estrella un acantilado

el abismo

De aquí vos mirando
y de allá vos mirándote
recorriéndote

Saltar
para sentir la caída

para no sentir nada

para tragarse todo

el aire
las moscas
el vacío
lo ajeno
el universo

Saltar
para caer y caer y caer

parar
en el instante eterno
de la caída
parar
parar
morir
para saberse vivo


el riesgo nos mantiene a tono

rompernos
para encontrar lo vital
lo completo

Destruirse
para armarse
para mirarse por completo
cabales
unificados

arruinarse

para erigirse sobre el camino sobre el mundo

para ser

el cielo
el arte
lo magno
lo vital
lo imprescindible
la tarde en paz
la garúa
el viento norte sacudiendo el lago

el ómnibus que parte inquieto lleno de esperanzas
y miedos
atravesando rutas
las mismas que nos quiebran

que nos llaman
a rompernos

a partirnos

ser
no ser


la pura destrucción

solamente saltar

y ver si hay algo

que merezcamos.