lunes, 9 de marzo de 2015

Necesidad de conservar esto.



"Lo que más admiro son las inauditas tangencias del mundo de los sentidos, cuando el timbre telefónico me causa la misma sensación que la contemplación de un pulpo en una jarra minoana.

(...) Nuestra fabulación, nuestra innata capacidad para hacer simultáneos lo ancestral y lo novedoso, la madurez y lo incipiente, adquieren en nuestros días su visibilidad, su plenitud. 'Aquí' va significando para nosotros la unidad planetaria; 'ahora' la liberación del tiempo, el punto que vuela.(...)
¿Lo que más admiro en un escritor? Que maneje fuerzas que lo arrebaten, que parezcan que van a destruirlo. Que se apodere de ese reto y disuelva la resistencia. Que destruya el lenguaje y cree el lenguaje. Que durante el día no tenga pasado y por la noche sea milenario. (...) Que se acerque a las cosas por apetito y se aleje por repugnancia."


Lezama Lima


"Juego, pérdida, desperdicio y placer: es decir, erotismo en tanto que actividad puramente lúdica, que parodia de la función de la reproducción, transgresión de lo útil, del diálogo "natural" de los cuerpos. Como la retórica barroca el erotismo se presenta (...)como la perversión que implica toda metáfora, toda figura.(...)
Neobarroco: reflejo necesariamente pulverizado de un saber que se sabe ya no está apaciblemente cerrado sobre sí mismo. Arte del destronamiento y la discusión. (...)
Barroco que en su acción de bascular, en su caída, en su lenguaje pinturero a veces estridente, abigarrado y caótico metaforiza la impugnación de la entidad logocéntrica que hasta entonces lo estructuraba desde su lejanía y su autoridad; barroco que recusa toda instauración, que metaforiza al orden discutido, al dios juzgado, a la ley transgredida. Barroco de la revolución."


Severo Sarduy 

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